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19/03/2011 (Australia)
Pelea de ictiosaurios de hace 100 millones de años

El registro de patologÃas in ictiosaurios fósiles es muy escaso, por lo cual es de gran interés un trabajo sobre un ejemplar de Platypterygius del Cretácico Inferior de Australia con marcas de traumas en su mandÃbula. El comportamiento de los animales que han vivido en la Tierra a lo largo de su historia tiene los mismos patrones ecológicos que la actualidad. Unos animales cazan a otros o al menos lo intentan. Entre ejemplares de las mismas especies pelean por diferentes causas, sexo, territorio etc. Este tipo de comportamientos produce heridas que en el caso de no producir la muerte rápida se curan. Estos traumas se observan en los huesos fósiles como patologÃas. No es corriente, pero en ocasiones se observan huesos fósiles con marcas como mordiscos que se le produjeron en vida del organismo y sobrevivió un tiempo. En ocasiones reconocer verdaderas marcas de huesos con otros tipo de marcas puede ser complicado, al poder confundirse con inserciones musculares, pero esto no es el caso de las patologÃas encontradas en Platypterygius que como se pueden ver en la fotografÃa no ofrece dudas.
Los ictiosaurios son los "reptiles" mejor adaptados a la vida en el mar. Muchos los han considerado en cuanto su ecologÃa como los delfines del Mesozoico. Fueron abundantes en el Triásico y en el Jurásico para poco a poco durante el Cretácico Inferior ir disminuyendo su diversidad. Platypterygius proviene de unos niveles que tendrÃan unos 100 millones de años. Lo que llamó la atención a los investigadores son unas patologÃas en forma de surcos presentes en su mandÃbula, que interpretan se lo produjo otro ictiosaurio. Nuestro individuo fue capaz de vivir un tiempo después de los mordiscos, ya que hay crecimiento de hueso sobre la marca, y esto solo puede producirse en vida del organismo. En el momento que se muere, cesa el crecimiento del hueso y la herida queda limpia como se observa en marcas de carroñeo. Las heridas debieron ser importantes, por la profundidad de la patologÃa, pero el ictiosaurio pudo sobrevivir.
los investigadores Zammit y Kear proponen que fue otro ejemplar de la misma especie que le produjo las heridas, se basan en que predadores de gran tamaño que convivieran con Platypterygius solo estarÃa el enorme pliosaurio Kronosaurus y grandes tiburones. Las marcas de los dientes que producirÃan estos predadores serÃan muy diferentes. Además atacarÃan las partes blandas y no las mandÃbulas. Sin embargo en peleas entre individuos de la misma especie como sucede en la actualidad con los cocodrilos los mordiscos son en la mandÃbulas. Quizás es el resultado de una pelea entre machos por una bella ictiosauria de hace 100 millones de años. Al menos es sugerente.
El trabajo de los investigadores Zammit y Kear puede consultarse en la revista Acta Paleontologica Polonica. Una versión sin maquetar se puede descargar directamente de la revista La referencia completa Zammit, M., Kear, B. P. 2011. Healed bite marks on a Cretaceous ichtyosaur. Acta Paleontologica Polonia. En prensa. doi:10.4202/app.2010.0117
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