Durante una breve intervención, el Dr. Barsbold presentó una
visita guiada a los famosos Flaming Cliffs, descubiertos durante la mítica
expedición de Roy Chapman Andrews a principios de los años 20 del siglo basado al
Gobi, y que se han convertido en uno de los yacimientos de dinosaurios que más
ejemplares espectaculares han aportado. El recorrido se completó con una
colección de diapositivas mostrando las piezas más interesantes que han proporcionado
estos yacimientos, incluyendo la famosa pelea a muerte entre un Velociraptor y un Protoceratops, las “guarderías” de crías de Protoceratops de decenas de individuos y el espectacular nido de Citipati con un ejemplar adulto posado
sobre él.
Tras la conferencia, los asistentes tuvimos la oportunidad de visitar la exposición donde se exhiben múltiples esqueletos reales casi completos. Para el profano quizá parezca común ver esqueletos montados de dinosaurio, pero lo más normal es que los museos exhiban réplicas y reconstrucciones de los huesos originales, ya que el material normalmente es demasiado escaso, incompleto y pesado para ser exhibido en condiciones. Sin embargo en esta exposición, la gran mayoría de las piezas (exceptuando una reconstrucción de un embrión en su huevo) son originales. Así, podemos ver varios esqueletos de Protoceratops en diferentes estados de desarrollo (desde crías recién nacidas a adultos del tamaño de un perro), tres esqueletos de Gallimimus, uno de ellos juvenil, un espectacular Tarbosaurus, el pariente asiático del famosos Tyrannosaurus, un cráneo completo de Velociraptor, varios nidos y huevos de diferentes grupos y posiblemente la mejor pieza de la colección, un embrión de Oviraptor preservado dentro del huevo. Para que os hagáis una idea de lo convincente de esta exposición, ninguno de los paleontólogos allí presentes (y éramos unos cuantos) llegó a probar el ágape con el que nos invitaron tras la visita.
No os perdáis esta gran oportunidad. Nosotros tenemos pensado volver.
Tras la conferencia, los asistentes tuvimos la oportunidad de visitar la exposición donde se exhiben múltiples esqueletos reales casi completos. Para el profano quizá parezca común ver esqueletos montados de dinosaurio, pero lo más normal es que los museos exhiban réplicas y reconstrucciones de los huesos originales, ya que el material normalmente es demasiado escaso, incompleto y pesado para ser exhibido en condiciones. Sin embargo en esta exposición, la gran mayoría de las piezas (exceptuando una reconstrucción de un embrión en su huevo) son originales. Así, podemos ver varios esqueletos de Protoceratops en diferentes estados de desarrollo (desde crías recién nacidas a adultos del tamaño de un perro), tres esqueletos de Gallimimus, uno de ellos juvenil, un espectacular Tarbosaurus, el pariente asiático del famosos Tyrannosaurus, un cráneo completo de Velociraptor, varios nidos y huevos de diferentes grupos y posiblemente la mejor pieza de la colección, un embrión de Oviraptor preservado dentro del huevo. Para que os hagáis una idea de lo convincente de esta exposición, ninguno de los paleontólogos allí presentes (y éramos unos cuantos) llegó a probar el ágape con el que nos invitaron tras la visita.
No os perdáis esta gran oportunidad. Nosotros tenemos pensado volver.
LUGAR Alcobendas, España