Sin duda lo que le marco, fue el descubrimiento en la década de los 1980 de un fragmento craneal en el yacimiento de Venta Micena (Orce, Granada) que defendió con vehemencia como perteneciente a un homínido. Lo significativo del hallazgo es que los sedimentos que lo portaban tenían más de 1.500.000 años lo que significaba que la presencia humana en Europa era muy anterior a lo que se consideraba en ese momento, poco más de 500.000 años.
Para una parte de sus colegas científicos, este fragmento que se denominó "El hombre de Orce" no pertenecía a un humano, pero esto en la actualidad es irrelevante. La hipótesis de Gibert de la presencia humana en niveles tan antiguos era correcta como indica el reciente descubrimiento en Atapuerca de un diente de un homínido de más de un millón de años. Por lo que desde Aragosaurus preferimos recordarlo con su gran entusiasmo, y su gran capacidad de trabajo ha permitido plantear hipótesis novedosas sobre la presencia humana en Europa.
Un recuerdo para toda su familia y todos los compañeros del Institut Miquel Crusafont
LUGAR Orce, Granada