Los dinosaurios nos enseñan paleobiogeografía

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Reconstrucción de Demandasaurus de Raul Martín para el Museo de Salas de los Infantes y el CAS

La revista Enseñanza de las Ciencias de la Tierra acaba de publicar un número monográfico sobre dinosaurios y su valor en la enseñanza. Hay diversas aportaciones que pueden ser descargadas de manera libre. Una de ellas es de nuestro aragosaurero José Ignacio Canudo, que, junto a Fidel Torcida, director del Museo de Salas de los Infantes publican un artículo sobre dinosaurios y paleobiogeografía.

La disposición de los continentes y de los océanos han variado de posición a lo largo de la historia de la Tierra, es el objetivo de la paleogeografía. Si además se estudia como interviene la posición de los continentes en la movilidad de los organismos se llama paleobiogeografía. Los dinosaurios fueron organismos terrestres para los cuales los océanos representaban barreras difíciles de superar. Por tanto, en cada continente teníamos unos determinados tipos de dinosaurios. Solo cuando las masas terrestres se unían por el movimiento de las placas tectónicas se producían puentes de tierra que permitía el intercambio entre las faunas de los diferentes continentes.

En el artículo se citan algunos ejemplos de como los dinosaurios resuelven cuestiones paleogeográficas como si había o no conexión terrestre de Europa y África en el Cretácico inferior, o cuando separaron de una manera definitiva África de Sudamérica por la apertura del Atlántico sur. Sin duda uno de los casos más paradigmáticos en la península ibérica es Demandasaurus. Un dinosaurio fuera de tiempo y lugar descrito en el Cretácico inferior del entorno de Salas de los Infantes (Burgos).

Ruta de dispersión de los rebaquisáuridos en el Cretácico inferior

Demandasaurus se incluye en los saurópodos rebaquisáuridos. La ilustración es de Raúl Martin para el Museo de Salas de los Infantes y el CAS. Son dinosaurios con amplia distribución y diversidad al final del Cretácico inferior y comienzo del Cretácico superior en Sudamérica y África, donde se han descrito casi una docena de especies. Los modelos paleogeográficos indican que estos dos continentes estaban unidos al final del Cretácico inferior, por tanto, es una distribución esperable. Sin embargo, África estaba separada de Europa por el océano Tetis, que supondría una barrera para los dinosaurios. La sorpresa fue encontrar hace unos años al rebaquisáurio Demandasaurus en rocas del Cretácico inferior de la Cordillera Ibérica. La explicación paleogeográfica es sencilla, durante un intervalo de tiempo se produjo una conexión entre Europa y África que permitió la conexión de los dinosaurios durante un corto  periodo de los dos continentes. En definitiva, este dinosaurio reescribió la historia paleogeográfica de esta parte del mundo…

Si quieres conocer más, solo tienes que bajarte el artículo

Canudo, J.I., Torcida Fernández-Baldor, F.2021. Los dinosaurios nos enseñan paleobiogeografía. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra 29(1), 18-26.

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