Sobre la Paleoherpetofauna del Pleistoceno de España

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La presente publicación es un estudio de los restos fósiles de anfibios y reptiles escamosos procedente de 34 yacimientos españoles, datados del Plioceno superior al Pleistoceno medio. Este trabajo permite completar el conocimiento de las poblaciones de anfibios y escamosos en España durante el Cuaternario y de definir la contribución de estas faunas a la reconstitución del paisaje y del clima.

Durante el Plioceno superior, varios grupos termófilos de reptiles desaparecieron gradualmente de la Península Ibérica siguiendo las sucesivas degradaciones climáticas: las Víboras orientales y el género Pseudopus, durante el MN16, en Cova Bonica (Barcelona), luego los Agamidae, hacia el final del MN17 en Almenara-Casablanca-1 (Castellón) y Vallirana (Barcelona). Solamente el género Dopasia persistirá hasta el final del Pleistoceno inferior (MmQ3) en el Sur de España, concretamente en Barranco León (Guadix-Baza). Paralelamente, las variaciones observadas entre las especies higrófilas sugieren un pico de aridez a 2,0 Ma, y un aumento de la humedad entre 1,3 y 1,0 Ma en Barranco León y Fuente Nueva 3 (Guadix-Baza), en Almenara-Casablanca-3 (Castellón) y especialmente en Cal Guardiola (Barcelona), con la presencia al Norte de especies Eurosiberianas como la rana bermeja (Rana temporaria) o la culebra lisa europea (Coronella austriaca) y el retroceso hacia el Sur de ciertas especies mediterráneas (Blanus cinereus y Chalcides bedriagai).

La secuencia estratigráfica de Gran Dolina (Atapuerca, Burgos), con 18 m de sedimentos subdivididos en 11 niveles y abarcando un período que va desde 1,0 a 0,3 Ma, constituye un lugar privilegiado para el estudio de cambios climáticos y ambientales. Las variaciones dentro de las asociaciones de herpetos, destacan la alternancia de períodos cálidos y secos con períodos más fríos y húmedos. La evolución de los índices forestales dentro de la secuencia permite correlacionar las fases más frescas con un mayor desarrollo de la cobertura boscosa. Los datos corológicos modernos de estos taxones permiten emitir hipótesis para estimar temperaturas y precipitaciones medias anuales.


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