Mapa con las islas principales de las Islas Galápagos en el que se indica el registro de cricétidos sigmodontinos. El símbolo † indica “extinto”.
Un equipo internacional formado por investigadores de España, Argentina, Ecuador, Omán y Alemania, liderado por Pere Bover (investigador ARAID en el IUCA y miembro de Aragosaurus) y Ulyses Pardiñas (IDEAus-CONICET, Argentina), y en el que también ha participado la aragosaurera recientemente doctorada María Pilar Alfaro, ha secuenciado por primera vez el genoma mitocondrial casi completo del roedor extinto Megaoryzomys curioi de las Islas Galápagos (Ecuador), considerado el sigmodontino de mayor tamaño conocido.
Los datos genéticos se han obtenido a partir de los trabajos realizados en el laboratorio de paleogenómica del IUCA usando un fragmento de incisivo superior obtenido de un cráneo recolectado en 1991 de la Cueva del Cascajo de la isla Santa Cruz, que junto a la isla Isabela, son las dos islas del archipiélago en las que se ha recuperado restos subfósiles del género Megaoryzomys. La obtención de la secuencia parcial mitocondrial, y un análisis combinado con datos moleculares y morfológicos, ha permitido apoyar la posición taxonómica dentro de la tribu Oryzomyini, tal como se sugirió en 2021 en base a una revisión morfológica.
Además, se ha podido comprobar que sus parientes más cercanos son los representantes del género endémico de las Galápagos Nesoryzomys y el género Aegialomys (con una especie endémica de Galápagos, A. galapagoensis). Esta relación filogenética, así como la estima de la cronología de separación de estos géneros en base a relojes moleculares, ha permitido sugerir un patrón de colonización del archipiélago por parte de estos roedores en dos fases independientes (hace unos 4.3 y 0.3 millones de años), ambas seguidas por procesos de diversificación insular.













