Abierta una cápsula del Tiempo

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La estatua del escrito se encuentra cubierta por una lona con motivo de las obras, pero su antiguo pedestal estaba enterrado en su emplazamiento original, en el centro de la Plazuela de las Cortes. Allí fue encontrado por María Presumido y Genaro Ferrer, integrantes del equipo de Paleoymás en Madrid. Tras la limpieza de la base de granito y retirada de una argamasa que la cubría parcialmente, se pudo comprobar que existía un rectángulo de unos 10 x 20 cm donde se escondía la cápsula del tiempo.  [Más información Histórica en el Blog de Paleoymás]

La escultura, fundida en bronce por Guillermo Hopfgarten, fue obra del escultor Antonio Solá y fue erigida en 1835. La escultura muestra a Miguel de Cervantes en posición de marcha, con unos papeles en su mano derecha y con su mano izquierda, dañada durante la batalla de Lepanto, oculta bajo la capa y junto a la espada. La caja que se encontraba en el pedestal es de plomo y tiene unas dimensiones de 38x25x22 centímetros. La prensa madrileña durante varios días estuvo haciendo especulaciones sobre su contenido, ya que tardó varios días en poder abrirse por la gran humedad que tenía. Incluso se especuló que pudiera tener elementos conmemorativos de la inauguración del actual edificio del Congreso, e incluso algunos elementos cercanos a Miguel de Cervantes.

Hace unos días se abrió la caja en el Museo Arqueológico regional y contenía los siguientes objetos en un perfecto estado de conservación. El siguiente texto lo hemos tomado de El País digital.


Son cinco láminas enrolladas con una cinta plateada con retratos de la Reina regente María Cristina de Borbón (1806-1879); otras con su hija, la futura reina Isabel II, de niña y de adulta; un ejemplar del Estatuto Real, una suerte de Carta otorgada redactada en 1834 por iniciativa del jefe del Gobierno y diputado liberal, Francisco Martínez de la Rosa, para subrayar el fin del absolutismo de Fernando VII, muerto en 1833; otra efigie, del diputado vasco Joaquín María Ferrer; un dibujo del prócer gallego Manuel Fernández Varela, citado años después por Benito Pérez Galdós; una serie de ocho bolsitas, una de ellas con una medalla cervantina de plata y las demás con objetos contundentes, presumiblemente monedas, acuñadas antes de 1835; cinco tomos, cuatro de ellos de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha más una biografía de Cervantes de Martín Fernández Navarrete, procedentes de la cuarta edición de la Real Academia Española con impresión en los talleres de la Imprenta Real en 1819 e ilustrados por Tomás López; más un relato sobre la vida de Francisco Xavier Mina, sobrino del guerrillero Francisco Espoz y Mina, que marchó a México en 1817 para contribuir a la emancipación de la entonces colonia transoceánica hispana. Todo este repertorio, verdadero alegato antiabsolutista, compone el contenido del cofre testigo hallado recientemente e introducido hace más de siglo y medio bajo la efigie en bronce de Miguel de Cervantes para señalar la erección de su estatua.

LUGAR Madrid, España

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