Cierto es que rectificar es de sabios. Como cierto es también que no por insultar se tiene más razón. En las campañas de excavación del yacimiento de Venta Micena entre 1983 y 1985 mi tarea era la recogida de datos en las hojas de excavación. Es por eso que Ribot sólo conserva las fotocopias de los gráficos de las cuadrículas. Es lógico, porque los originales están en mi despacho. Los años siguientes me dediqué a cribar sedimentos para buscar roedores fósiles. También buscábamos insectívoros para que los estudiara José Gibert, que era un gran especialista en este grupo de mamíferos fósiles.
Debe ser cosa de hembras. Tenía una pequeña cresta en el occipital el esqueleto romano que parece ser de niña por la oblicuidad del fémur figurado en el trabajo de Campillo y colaboradores (2006). Además tienen una cresta interna en el parietal las hembras jóvenes (y sin cuernos) de algunos rumiantes grandes (Sylvicapra, Cervus) con las que también ha sido comparado el cráneo de Orce (Martínez Navarro, 2002). La cresta de los caballos es más conocida. Pero de mis palabras no se deduce clasificación alguna del fragmento de cráneo de Orce.
Puestos a hablar de manos negras, a las que alude Ribot, es conveniente consultar también otras dos publicaciones. La primera, aparecida en 1997, en la que su autor, Paul Palmqvist, compara dos dibujos de la sutura del fragmento de cráneo que le fueron proporcionados uno por José Gibert y otro por Salvador Moyà. Se observa fácilmente que son diferentes y el estudio de estos dibujos lleva a conclusiones distintas, relativas a la naturaleza del fragmento de cráneo. La segunda publicación, de Martínez Navarro y colaboradores (2008), recoge cómo se ha modificado el dibujo del contorno de la articulación de una falange del yacimiento de Cueva Victoria en algún trabajo de Gibert y colaboradores (también de 2008).
LUGAR Granada, España
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