La cueva del Acederal: Una ventana a los ecosistemas de nuestro pasado reciente

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Cueva del Acederal. Trabajos de excavación en la sala Origen de la Galería de los Linces (Autoría: equipo de trabajo de la Cueva del Acederal).

El yacimiento de la Comarca del Campo de Daroca puede arrojar datos acerca del paisaje y la fauna de la región en época medieval, difíciles de rastrear en las fuentes escritas

Recientemente se han dado por concluidas las labores paleontológicas de campo y de procesado de material en la Cueva del Acederal (Aldehuela de Liestos, Campo de Daroca, Zaragoza). Se trata de una cavidad kárstica de mediano recorrido que se abre sobre la ribera izquierda del río Piedra, en el extremo suroeste de la Provincia de Zaragoza. En 2022, un equipo multidisciplinar de investigadores, mayoritariamente pertenecientes al Grupo Aragosaurus-IUCA, inició las tareas de prospección paleontológica del sitio, a raíz del aviso realizado por el Club de Espeleología de Aragón, que informó del hallazgo en superficie de varios restos óseos de felinos identificados como linces. Desde entonces, los trabajos han avanzado en diversos flancos, con varias jornadas de excavación ejecutadas entre mayo y noviembre del año 2023, y el posterior procesado e inventariado de los restos recuperados, que ha continuado hasta ahora.

El acceso a la zona de interés paleontológico, situada al fondo de una sima de 16 metros, exige técnicas de progresión vertical y un notable esfuerzo logístico. La excavación se llevó a cabo en jornadas prolongadas dentro de la cavidad, optimizando los medios técnicos disponibles. En total, se han recuperado más de 1.200 restos de mamíferos de talla media y grande, junto a unos 80 kilos de sedimento. La extracción de este material, mediante un sistema de poleas y la fuerza coordinada del equipo, supuso uno de los mayores retos del trabajo de campo. Los trabajos preliminares de lavado y tamizado apuntan, además, a una notable abundancia de restos de pequeños vertebrados, lo que refuerza el potencial científico del yacimiento. La directora de la intervención, la Dra. Julia Galán García, se muestra optimista ante los resultados que pueda ofrecer el estudio detallado del material recuperado.

Para entender la relevancia de los restos óseos recuperados, se debe tener en cuenta algunas particularidades del yacimiento. En primer lugar, el estudio de los restos de felino hallados en superficie confirma que se trata de Lynx pardinus o lince ibérico, la especie endémica de la península ibérica que hasta hace unos pocos años se encontraba en vías de extinción. En segundo lugar, las dataciones absolutas nos hablan de dos eventos principales de acumulación y depósito de restos óseos de mamíferos, que se produjeron en época histórica (durante la Edad Media, en términos históricos), separados entre sí por un intervalo de unos 500 años. Estos dos eventos son el origen de la mayor parte de los restos recuperados. No obstante, en la misma sala de la cueva se han hallado relictos de niveles sedimentarios fosilíferos de hasta 20.000 años de antigüedad, correspondientes por tanto al periodo conocido como Pleistoceno tardío, alrededor del Último Máximo Glaciar.

El interés del material de la Cueva del Acederal, que podemos clasificar en su gran mayoría como restos óseos subfósiles, radica en parte en su excepcional cronología. Cuando hablamos de paleontología, nos referimos a la disciplina cuyo objeto de estudio son los fósiles, es decir, restos de seres vivos de una antigüedad mucho mayor, que han sufrido un enterramiento y una cierta transformación en términos de composición mineralógica. Sin embargo, el estudio de los seres vivos del pasado empleando metodologías propias de las Ciencias de la Tierra puede aportar datos muy valiosos también en periodos más recientes, en los que, generalmente, se descartan este tipo de aproximaciones.

Entonces, ¿qué tipo de información podemos obtener del yacimiento de la Cueva del Acederal? Para conocer el periodo en el que se sitúan los restos del Acederal, los investigadores recurren por norma general a las fuentes escritas o a las evidencias arqueológicas, que permiten entender cómo eran las sociedades humanas de la época. Sin embargo, por las propias características de estas fuentes, no resulta sencillo obtener de ellas información tan directa y precisa acerca de los ecosistemas del momento o sobre cómo influyeron la actividad humana y los cambios climáticos en la biodiversidad. En este caso, el conjunto de restos recuperados en el Acederal nos permite replantear estas preguntas y abordarlas desde una perspectiva poco habitual, aplicando metodologías propias de la paleontología y la geología para reconstruir los ecosistemas medievales.

El equipo de investigación ha planteado varias líneas de trabajo futuro, entre las que destaca el estudio de los restos de lince, un hallazgo especialmente valioso dada la escasez de registros de este felino en Aragón y la falta de datos para estas cronologías. El análisis de ADN antiguo podría aportar información inédita sobre la especie en la región. Además, la abundancia de pequeños vertebrados, un grupo ampliamente empleado en estudios paleoecológicos y paleoclimáticos para cronologías prehistóricas, ofrece una oportunidad única para comprender mejor cómo eran los ecosistemas del pasado histórico y qué factores externos afectaban a su diversidad.

Nombre del proyecto: Excavación paleontológica para el estudio de las faunas de vertebrados en la Cueva del Acederal en Aldehuela de Liestos (Zaragoza).

Directora: Julia Galán García.

Los participantes en la totalidad de las jornadas de trabajo de campo fueron Julia Galán García (Doctora en Geología, Centro de Investigación Senckenberg-Frankfurt/M.), Mario Gisbert León (Centro de Espeleología de Aragón, CEA) y Rafael Laborda Lorente (Doctor en Ciencias de la Antigüedad, CEA, Paleoymás). Además, se contó con la participación, en algunas de las campañas de campo, de: Víctor Sauqué Latas (Doctor en Geología, CEA), Víctor Rodríguez Cazorla (estudiante de Grado en Geología en la Universidad de Zaragoza, UNIZAR), Pablo Navarro Lorbés (Doctor en Paleontología, Paleoymás), Pablo Sagarra López (CEA) y Jorge Sevil Aguareles (Doctor en Geología, IPE-CSIC).

El equipo de trabajo involucrado en el lavado, siglado, inventarado y análisis del material son: Julia Galán García, Carmen Núñez Lahuerta (Doctora en Geología, UPV/EHU) y Víctor Rodríguez Cazorla. Además, contamos en el equipo de estudio con la colaboración de Pere Bover Arbós (Doctor en Ciencias Biológicas, ARAID-UNIZAR), Asier Gómez Olivencia (Doctor en Geología, UPV/EHU) y Gloria Cuenca Bescós (Catedrática en Paleontología, UNIZAR).

Financiación:

Paleobiodiversidad: Geología, Registro fósil y Patrimonio del Mesozoico y Cenozoico de los Pirineos occidentales (IT1418-19), Universidad del País Vasco (UPV/EHU), financiado por el Gobierno Vasco / E18_23R: Aragosaurus: Recursos geológico y Paleoambientes, Universidad de Zaragoza (UNIZAR), financiado por el Gobierno de Aragón / Appearance and diversification of the large-sized Mouse-eared bats in Europe (latest Pliocene and Quaternary): molar morphology, palaeophylogeography and palaeoenviromental drift (ESP-1235332-HFST-P), Senckenberg-Frankfurt/M., financiado por la Fundación Alexander von Humboldt.

Cueva del Acederal. Instalación de cuerda para la progresión vertical a lo largo del pozo de 16 m de profundidad que da acceso a la zona de excavación (Autoría: equipo de trabajo de la Cueva del Acederal).

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