Interior de la Mina Ana Bielsa). Foto Miguel Gil del CAS
La mina Ana ha sido explorada e investigada por los espeleólogos del CAS en los últimos años descubriendo todos los secretos de esta vieja explotación, incluyendo una detallada cartografía. En esta investigación han colaborado algunos profesores de la Universidad de Zaragoza. La revista Sobrarbe acaba de publicar recientemente una apasionante trabajo liderado por José Antonio Cuchí donde se revelan nuevos detalles históricos. La Mina Ana localizada entre las localidades de Parzán y Bielsa (Geoparque mundial de la Unesco Sobrarbe-Pirineos) se encuentra en un entorno de significativo interés geológico, caracterizado por la presencia de los plutones graniticos paleozoicos del Alto Cinca y sus orlas de alteración metamórfica. En la mina Ana se explotaba un filón de galena argentífera (plomo y plata), además tiene otros minerales asociados como la esfalerita, pirita, calcopirita y fluorita.a se explotaba un filón de galena argentífera (plomo y plata), además tiene otros minerales asociados como la esfalerita, pirita, calcopirita y fluorita.
La explotación de plomo (y de plata) en el entorno de Bielsa según análisis isotópicos podría remontarse a época romana, aunque los documentos históricos con referencias sólidas datan de la Edad Media. La galena fue extraída durante siglos por su contenido en plata y su utilidad en diversos sectores: fabricación de proyectiles, cerámica y productos químicos. La historia de la minería del alto Sobrarbe está jalonada por episodios que reflejan su evolución en la zona. En 1191, el rey Alfonso II de Aragón concedió carta de población a maestros mineros que explotaban las minas de plata en Bielsa.
Se desconoce el momento que empezó a explotarse la mina Ana. Se apunta en el artículo a documentos de la mitad del siglo XIX, pero no hay que descartar que fuera mucho antes y las labores modernas hayan destruido por completo las antiguas. Quedan algunas galerías antiguas citadas en los documentos mineros de principios del siglo XX que apuntan a la antigüedad de esta explotación hasta quizás la Edad Media.
La liberalización de la legislación minera en el siglo XIX atrajo inversiones extranjeras que marcaron una nueva etapa de actividad de la minería del plomo de Bielsa. Ingenieros belgas como Jorge Sauvage, y empresarios franceses como Jacques Freyler y Jules Despêcher, jugaron un papel clave en el impulso en estas explotaciones. En 1912 se fundó la Société des Mines de Parzan (Espagne), que realizó importantes obras de infraestructura: lavaderos mecánicos, galerías, sistemas hidráulicos e incluso teleféricos. Durante la Primera Guerra Mundial, la mina vivió su época dorada, con la extracción de cientos de toneladas de galena y una red de transporte que la conectaba con Francia. Con el fin de la guerra y la caída del precio del plomo, unido a la crisis de 1929, la actividad minera comenzó a descender. En décadas siguientes, la explotación pasó a manos de la Sociedad Minero Metalúrgica de Boltaña y, posteriormente, de Peñarroya España S.A., que realizó estudios detallados en los años ochenta. Pese a detectar reservas significativas, la mina no volvió a abrirse y fue clausurada en 1962.
Además del componente geológico e industrial, el estudio documenta aspectos sociales relevantes: litigios por accidentes laborales, construcciones como el canal hidroeléctrico de Pineta, y la participación de familias locales, como los Regné, en la gestión de concesiones. Actualmente, Mina Ana forma parte del valioso patrimonio minero del Sobrarbe. Aunque su interior tiene zonas sin explorar por su peligrosidad y no se debe entrar en su interior. Los restos visibles —lavaderos, bocaminas, planos inclinados—informan de una intensa actividad industrial. El estudio propone continuar la exploración subterránea y promueve la creación de un museo minero en Parzán que permita preservar y divulgar este legado. Hay que recordar que también forma parte del Geoparque mundial de la Unesco Sobrarbe-Pirineos
La referencia del artículo es:
Queremos agradecer al Geoparque mundial de la Unesco Sobrarbe-Pirineos y a la Dirección General de Energía y minas del Gobierno de Aragón la ayuda en la investigación de las minas olvidadas de Sobrarbe.